Concurren en el Poema de mio Cid una serie de circunstancias excepcionales que singularizan este texto por encima de todos cuantos se escribieron en la Edad Media hispánica. Superviviente casi único de la épica peninsular en manuscrito único, testimonio vernáculo señero de una época sin apenas romance escrito, precioso vivero del castellano antiguo, pero erizado de difíciles rarezas, basa y sustento de la Filología Española gracias a la figura de Ramón Menendez Pidal (1869-1968), panépico y celeste, de cuyo nacimiento se cumplieron en 2019 ciento cincuenta años.
Centenaria es también su venerable edición en tres volúmenes, Cantar de mio Cid. Texto, gramática y vocabulario, publicada entre 1908-1911 y actualizada en 1944. Esta edición sentó las bases de la filología moderna, sirvió de modelo a cuantos estudios lingüísticos sobre textos medievales se escribieron después y es todavía hoy referencia insustituida como estudio de conjunto sobre la lengua del poema. Por desgracia, la ingente labor de Menéndez Pidal en el estudio de la lengua de los textos épicos ha quedado suspendida en los métodos y avances de la lingüística y la filología de principios del siglo XX, de suerte que la fijación en mármol del Poema de mio Cid ha resultado, a la postre, en una petrificación de la edición pidalina, obra hoy necesitada de una revisión profunda que haga justicia a los logros de más de un siglo de estudios lingüísticos y filológicos. Así, el Poema del mio Cid, texto fundacional de la literatura medieval y obra canónica del patrimonio cultural español carece de un glosario actualizado acorde a su importancia, ya que el único glosario completo a que pueden acudir los lectores y al que deben recurrir los editores para solventar los múltiples problemas léxicos que ofrece el texto sigue siendo el Vocabulario que conforma el segundo tomo de la edición de Menéndez Pidal, obra de la que beben los reducidos glosarios de las ediciones de Colin Smith e Ian Michael, meros auxiliares para una lectura inmediata del texto.
La decisión de elaborar un glosario del Poema del mio Cid germinó en mi mente hace casi una década, ante la necesidad de resolver determinados problemas ecdóticos del Poema, y cobró fuerza cuando tuve que enfrentarme a la redacción de un capítulo sobre la lengua del Poema para A Companion to the Poema de mio Cid, por encargo de Alberto Montaner e Irene Zaderenko. Pronto me percaté de que antes de emprender el glosario necesitaba partir de una base textual y filológica sólida, por lo que precisaba de una transcripción paleográfica del códice que pudiera normalizar, anotar y etiquetar lingüísticamente. Ninguna de las ediciones del texto servía para el propósito del glosario, por ofrecer las principales -Menéndez Pidal, Michael, Smith y Montaner- un texto crítico, tarea ecdótica que empieza donde acaba Panépica.
Así las cosas, la decisión de llevar a cabo un glosario del Poema me llevó a plantearme la confección de una transcripción paleográfica, primero, y de un texto normalizado, después, que sirviera de sustento a la lematización. Fruto de dicha decisión surgieron Panépica y Panépica Digital. El proyecto, vivo solo en mi memoria, pudo cobrar forma gracias a la concesión en otoño de 2019 de una Beca Leonardo para investigadores y creadores culturales de la Fundación BBVA, que me otorgó la financiación necesaria para afrontar la épica tarea y el impulso decisivo para el proyecto.
Los ánimos que me infundieron Inés Fernández-Ordóñez y José Antonio Pascual, entusiastas con el proyecto, hicieron el resto. La organización de un seminario en la universidad de Granada en 2020 con Maarten Janssen y Gael Vaamonde despejó cualquier duda acerca de cómo debía enfocar la edición digital, que pasaría por la plataforma TEITOK. Gael Vaamonde se sumó entonces al proyecto y puso sus amplios conocimientos sobre TEITOK y edición digital al tablero: Panépica Digital no sería lo que es sin él. En la primavera de 2021 organicé un coloquio para sentar las bases definitivas del glosario, que se ha beneficiado de la asesoría experta de Álvaro S. Octavio de Toledo y Huerta y Margarita Borreguero Zuloaga, quienes acudieron con amabilidad a mi llamada. Otro coloquio realizado en noviembre de 2021 me permitió traer a Granada a Cristina Sánchez López y a Antonio Fábregas, quienes me asesoraron acerca del espinoso problema del tratamiento de la estructura argumental y de las categorías gramaticales en el glosario. En diciembre de 2024 estaban ya disponibles la página web de Panépica, la edición completa de los testimonios épicos en Panépica Digital y una versión de prueba del Glosario, con 10 lemas disponibles para su consulta. Esta versión preliminar del proyecto se presentó en el XII Congreso Internacional de la Lengua Española (León, mayo de 2022). En septiembre de 2024, gracias a la concesión de un proyecto de generación de conocimiento del Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades del Gobierno de España (nº ref. PID2023-150572NB-I00), pudimos comenzar a ampliar el corpus épico mediante la inclusión de los testimonios indirectos que prosifican antiguos poemas y a estudiar con profundidad la hechura lingüística de todos los textos épicos.
En el momento de su lanzamiento en diciembre de 2024 el corpus Panépica Digital y Panépica. Glosario del Poema de mio Cid y de la primitiva épica hispánica destacan por ser a) el único glosario exhaustivo del Poema de mio Cid con un tratamiento lexicográfico riguroso disponible en la red; (b) el glosario más completo de cualquier texto medieval hispánico, ya que sea en línea o en papel; (c) el primer corpus completo de la primitiva épica hispánica; (d) el único corpus en línea de textos épicos medievales en el que se puede acceder a los facsímiles de los originales; e) el único corpus épico del español medieval disponible en Internet en que los textos se han transcrito con un criterio uniforme.
El resultado del trabajo de todos estos años será un repertorio de recursos gratuitos de acceso libre en la red: el glosario completo del Poema de mio Cid, que consta de 1608 lemas, el corpus integral de los textos épicos conservados, 7000 palabras y 5000 versos, las herramientas de búsqueda, las 179 imágenes digitales de los manuscritos e impresos épicos en alta resolución y los recursos asociados (textos descargables, base de datos bibliográfica). En el momento actual, el estudio de la primitiva épica hispánica en castellano cuenta con unas herramientas de estudio y análisis de las que no disponen los corpus épicos de otras lenguas romances medievales.